¿Te has preguntado por qué cuando compartes un meme recibes muchas reacciones y comentarios como “si soy” o “me representa”?
Todos amamos los buenos memes, desde el que lleva años haciéndonos reír hasta el que está en tendencia.
Los memes son recursos visuales de situaciones que todos hemos experimentado dentro de nuestro contexto pero, de las que nunca nos hemos detenido a hablar con alguien. ¿Te suena parecido a la definición coloquial del insight?
¡Por supuesto! Amigx, date cuenta, todo el tiempo tuviste la respuesta más rápida a la creación de un insight para tus campañas, en un meme.
¿Qué pasaría si utilizáramos el 100% de nuestro cerebro? Jajaja no es cierto.
La clave principal para demostrar que un meme es bueno, es la prueba de poder adaptarlo a tu contexto y crear los famosos “chistes locales” con tu círculo más cercano como la familia o amigos, para cuestiones de marketing, lo puedes escalar a tu campaña.
Recuerda que es un secreto a voces, por ejemplo:
Aceptémoslo, todos quisiéramos ser felices
Hay memes que vienen con tendencias, como hace un tiempo que se estrenó Batman.
Y otros memes son atemporales, ¿a poco no?
¿De dónde lo obtienes?
- Intereses, gustos, aspiraciones socioculturales de tu comunidad.
- Pláticas entre amigos.
- Adaptaciones de otros memes a tu contexto.
¿Usarlo significa éxito seguro?
Usarlo como herramienta complementaria dentro de tu estrategia de marca logrará una sonrisa. Aunque al igual que con tu comida chatarra favorita, su consumo en exceso es nocivo y puede llegar a hundir tu marca o llevarla por la ruta incorrecta de comunicación.
En definitiva, este medio audiovisual llegó para quedarse en el marketing y sobre todo en nuestra vida.
Los vemos en los perfiles de nuestras marcas favoritas creando tendencia y también en los mensajes que te envía tu madre preguntándote si ya descongelaste el pollito.
Explota este recurso de la manera correcta y cuéntanos cómo te va.